Akio Morita Un Verdadero Líder y Empresario
Según manifiesta Morita: "Le brindaba mucho tiempo a la electrónica
y estaba afectando mis tareas escolares".
Su padre esperaba que él se encargara del negocio familiar,
mientras que el joven Morita estudiaba febrilmente todo respecto a la electrónica.
El padre reveló a Akio los secretos de la administración desde muy pequeño y a la edad de diez años
ya participaba de las reuniones
de consejo de la compañía. Poseía un conocimiento muy extenso del negocio
familiar y estaba al
corriente de temas como la forma en que
un líder debe motivar a sus empleados para aumentar el rendimiento.
Morita acepta que esta preparación le fue inapreciable más tarde, si bien no lo
aguantaba cuando niño.
Como la totalidad de los visionarios innovadores, Akio
Morita fue un gran lector. La revista "Mecánica Popular", cambió su
vida, como le ocurrió a Bill Gates.
Leyó allí de los magnetófonos que lograban reproducir la música a través de la grabación y la reproducción magnética del sonido. De esa manera nació el sueño del futuro Walkman.
Leyó allí de los magnetófonos que lograban reproducir la música a través de la grabación y la reproducción magnética del sonido. De esa manera nació el sueño del futuro Walkman.
Las lecturas de Morita se sujetaban a revistas
y libros técnicos acerca la electrónica y tecnología, a oposición de diferentes
innovadores que unían a sus sueños a los grandes líderes mundiales.
El desvío a la electrónica estuvo a punto de
hacer que Morita decayera en la escuela superior. Esta escuela es el semejante
a la escuela preparatoria occidental.
Él comenta: "Logré las calificaciones más
bajas de mi escuela con las que se haya podido ingresar al departamento de
ciencias de la Octava Escuela Superior y me llevó un año de estudios
extraordinarios ponerme al corriente". Después fue admitido en el Colegio
Imperial de Osaka, en el que se graduó en física en 1945.
Acabada la guerra se destinó a dar lecciones de
física y a trabajar en sus horas libres con Ibuka, genio de la electrónica que quería formar una empresa para producir partes
electrónicas. Ibuka, Maeda y Morita se asociaron para crear la Tokyo Telecommunications
Enginering Company en 1947. La firma se tranformó en la Sony, en 1958.
Akio Morita y sus accionistas fundaron la
compañía el 7 de mayo de 1946, con un capital de US$ 500.00. Su primer producto
fue una cazuela para cocinar arroz. Fabricaron cien y no vendieron una sola. Su
segundo producto fue la primera grabadora de cinta del Japón, que utilizaba
cinta de papel, porque no exitía plásticos en esos tiempo por su país. Una vez
más, tenían un producto modesto, aun así no se vendió. La compañía cortejó con
la quiebra durante esa etapa y durante sus primeros ocho años de presencia. El
padre de Morita acudió al rescate varias veces.
Era indiscutible que el hijo no alcanzaría a cumplir
su sueño de elaborar productos electrónicos. Había la destreza en la compañía
para diseñar y fabricar productos, pero
no existía la habilidad para vender lo esbozado y confeccionado. Este cargo se
convirtió en el compromiso expreso de Akio
Morita.
Morita ocupó el lugar de jefe de comercialización
y ventas mundiales de la Sony. No gozaba de preparación
en este terreno. Era tecnólogo, pero decidió que la mercantilización y las ventas diferenciaban a las firmas de éxito de
las secundarias. Mientras tanto en ese tiempo reflexivo en los años cincuenta,
se dispuso instituir la identidad de la Sony como la “compañía de los productos innovadores”.
El nombre de Sony a partir de ese momento es sinónimo
de productos innovadores que abren brecha. Durante los sucesivos
cuarenta años fue precursora de nuevos conceptos, hábilmente en todos los
segmentos de mercado de la industria electrónica de consumo.
Este flirteo con lo desconocido e innovador
hizo de la Sony la mayor compañía de productos innovadores durante tres
décadas, de los años cincuenta a los setenta, y llevó a la Sony de 2.5 millones
de ingresos en l955 a más de 29.000 millones en 1992.
0 comentarios:
Publicar un comentario